3 de julio de 2011

Chispeante y taciturno

Mi corazón deambula chispeante y taciturno,
sin saber si está en la tierra o en las nubes o en Saturno.
espera turno
tras el vaivén de tu pelo,
sin dejar de sentir celo
por cada viento que te mueve,
sin dejar de sentir miedo
de cada gota que te llueve.

Y  aunque mantiene mi esperanza,
esa mirada limpia
que a veces se me cruza
entre las pestañas de tus ojos
o ese color fucsia
que se usa cuando pintas tus enojos
por querer brillar de estrella,
sin saber que así estás bella,
aún tiene miedo que te vayas .

Por eso sigue su camino
en pos de tu camino,
de tu destino y de tu mundo
y cuando mueves tu cintura,
esa figura deslumbrante
hace que sueñe ser tu amigo,
ser tu esposo, ser tu amante.

Hace que sueñe danzar contigo
como las nubes al ritmo de la tarde,
danzar como ese fuego que se mueve cuando arde
quemando todo,
consumiendo de algún modo
sin alarde, la madera.

¡Que manera de cambiar la forma!
El acaba con romance su nocturno, 
mientras que adentro,
allí en mi centro, 
mi corazón deambula
chispeante y taciturno.

Autor: Edwin Rolando García Caal